27.7.09

Somos animales


¿Recuerdas el video del perro héroe que trató de rescatar a su compañero canino que había sido atropellado en una autopista?

Sin duda, el suceso sorprendió a muchos y a otros más los invitó a pensar que quizá deberíamos reconsiderar el trato que damos a los animales.

No obstante, tan solo en México cada año alrededor de un millón de mascotas sufren agresiones que a veces las lleva hasta la muerte. En muchos casos, el maltrato sucede en granjas y rastros donde se explota a los animales con fines comerciales.

Y en otras ocasiones, el sufrimiento sucede en los hogares. Por ello la importancia de no adoptar una mascota a menos de que estemos seguros de que podremos brindarle una buena calidad de vida y si ya tenemos una, recordar que ellas se consideran como un miembro más de la familia.

También es importante reflexionar que el maltrato surge desde el momento en el cual ciertas especies son traficadas de manera ilegal: cientos de animales que no pueden tener una buena calidad de vida en una ciudad llegan a los hogares como mascotas, lo que pone en riesgo la preservación de su especie y la salud humana.

Y por polémico que suene, tengo la convicción de que el maltrato animal sucede porque olvidamos que nosotros también somos animales. Aunque algunos se ofendan: los homo sapiens también pertenecemos al reino animal.

16.7.09

Tus hábitos alimenticios importan más de lo que crees

Por un asunto muy interesante que pronto conocerán, últimamente he pensado mucho en el impacto de lo que comemos en el medio ambiente y cada vez me he sorprendido más.

Simplemente, consumir productos locales y de la estación es siempre la opción más sustentable. Cada vez que consumimos alimentos producidos lo más cerca posible al lugar donde comeremos reducimos las emisiones contaminantes asociadas al transporte de alimentos. De igual manera, cada vez que consumimos productos de temporada, evitamos morder una fruta que estuvo congelada por meses.

Otra tendencia que me encanta es la Slow Food, un movimiento que se contrapone a la Fast Food, y que a grandes rasgos propone darnos tiempo para comer y cocinar con calma. Es todo un reto, pero comer como lo hacían nuestros abuelos vale la pena.

Sin embargo, son los freegans quienes me sorprenden más. Ellos tienen la filosofía de no involucrarse en el sistema económico, por lo cual obtienen sus alimentos de los basureros de supermercados y restaurantes. Los freegans reciclan escrupulosamente, convierten la materia orgánica en abono para la tierra y reparan todo lo que pueden antes de reemplazarlo por nuevos enseres o utilidades. Además, parte de su filosofía es que todo lo que ya no les sirve lo redistribuyen de forma gratuita.

Aunque quizá parezca para algunos muy radical unirse a alguno de éstos movimientos, creo siempre podemos aprender algo de cada forma de pensar y vivir, por extraña que nos parezca.

9.7.09

Del temazcal y Mamá Pacha

Para Alfre, que lo hizo posible.

Hace un par de días participé en una ceremonia ritual en un Temazcal. Fue mi primera vez y fue una excelente forma de reflexionar acerca del respeto que las culturas prehispánicas ya mostraban hacia Mamá Pacha, que es como llamaban a la Tierra.

El Temazcal con su forma de iglú representa al vientre materno, por ello, en la ceremonia ritual se invita a recordar el daño que le hemos causado a la madre tierra y a reconciliarnos con ella.

Muchos me dirían que como en aquella época no existían tecnologías contaminantes ni sobrepoblación, no era necesario hacer esfuerzos significativos para preservar el equilibrio ambiental. Sin embargo, ellos ya desarrollaban prácticas que podemos retomar para el beneficio de las generaciones futuras.

Por ejemplo, las culturas prehispánicas mostraban un gran respeto por todos los seres vivos, tanto que la caza deportiva estaba prohibida. Además, crearon sistemas agrícolas que no agotan el suelo. Se trata de las chinampas, un método de cultivo que evita la erosión, ya que el suelo está siempre húmedo y no requiere rotación de cultivos.

La experiencia de nuestros antepasados en el cuidado del medio ambiente me hace pensar que además de buscar nuevas tecnologías para enfrentar la crisis ambiental, debemos mirar la historia y aprender de ella.

8.7.09

Cuidado con el agua embotellada

¿Crees que en México se consume poco agua embotellada? Según el Earth Policy Institute, somos los mexicanos los segundos mayores consumidores del líquido envasado, después de los estadounidenses: el promedio anual de consumo de agua embotellada per cápita en México es de 170 litros. Sin embargo, es común ver personas que compran dos o tres botellas de agua al día.

Sin embargo, pocos saben que aproximadamente 90% del costo del agua embotellada se debe a la botella. Además, las embotelladoras pueden llegar a vender el producto hasta 10,000 más caro que su costo de obtención.

Así, por el mismo precio de una botella de agua embotellada podríamos obtener 3,000 litros de agua de grifo. Simplemente, en México, un litro de agua embotellada es más caro que un litro de gasolina.

Sin embargo, el costo ambiental es mucho mayor

La mayoría de las botellas están hechas de PET (polietileno tereftalato), un material que es perfectamente reciclable. No obstante, no llega a reciclarse más de 20% del total de botellas.

Así, cada año, más de 2 millones de toneladas de botellas terminan en vertederos de residuos. Y éste es otro gran problema, ya que una botella de PET puede tardar hasta 1,000 años en biodegradarse, lo que quiere decir que si no actuamos ahora, las botellas que hemos usado continuarán ahí afuera por varias generaciones.

Tan sólo en Estados Unidos, la fabricación de botellas para satisfacer la demanda de agua embotellada requiere más de 1.5 millones de barriles de petróleo anualmente, cantidad suficiente para proveer de combustible a unos 100,000 automóviles durante un año.

Además, la extracción industrial del agua de sus lugares de origen puede provocar graves desequilibrios medioambientales y económicos, especialmente en países con problemas de sequía.

Sencilla solución

¿Qué podemos hacer? Aparentemente, una solución sería simplemente rellenar las botellas, sin embargo, este tipo de plásticos ligeros acaba con el paso del tiempo desprendiendo sustancias, como el antimonio o el bisfenol A, perjudiciales para la salud.

La mejor opción es adquirir una botella especial, elaborada de un material resistente y cuyo interior sea fácil de lavar. El recipiente puedes llenarlo con agua de garrafón, ya que éstos están elaborados con un plástico que permite que sean reusados, lo que evita la generación adicional de basura. Otra opción es instalar un filtro de agua certificado por NSF Internacional, lo que indica qué contaminantes elimina.

Y recuerda, si mantenemos el actual derroche de agua, 60% de la población mundial carecerá del líquido para 2025, según datos de la Organización de Naciones Unidas.

5.7.09

El primer auto solar hecho en México

“Cuando estábamos recorriendo la ruta de Campeche a Xcaret se acercó un hombre de un pueblo y nos preguntó si el vehículo era para el aire o para el agua. Tampoco faltaba quien dijera que era tecnología extraterrestre. En realidad, era el primer auto solar mexicano”.

Así me platicó Rafael Carmona, un autentico pionero. Él formó parte del equipo que ideó y construyó al vehículo que decidieron nombrar Tonatiuh en honor al dios del sol según la mitología azteca.

El proyecto inició en 1992 y fue gracias a él que México debutó en la carrera de autos solares organizada por el Departamento de Energía de Estados Unidos. Rafael explica con orgullo “competimos contra universidades como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y aunque no ganamos la carrera, si ganamos el segundo premio más cotizado que se otorgaba al mejor diseño con materiales compuestos”.

No obstante, en un inicio “todos el mundo nos tiraba de locos, nunca faltaba el escéptico que asegurara que esa tecnología era una utopía”.

Para Rafael lo más enriquecedor fue trabajar durante tres años en un proyecto que no hubiera sido exitoso sin el equipo multidisciplinario que se entregó en cuerpo y alma, con todo y las inevitables peleas entre diseñadores e ingenieros al momento de la construcción.

Así, a raíz de esta primera experiencia, se creó el campeonato Electraton México, donde se invita anualmente a los universitarios a crear automóviles impulsados con electricidad.

Imaginé que el emblemático vehículo estaría en un museo, así que le pregunté a Rafael su ubicación actual. Quedé sorprendida, no han tenido suerte para colocar a Tonatiuh en un recinto especial, por lo cual está en casa de uno de sus creadores y eventualmente visita escuelas.

Y aunque ya han pasado más de 15 años desde que se construyó el primer auto solar en México aún falta mucha visión para apoyar ese tipo de iniciativas. No se trata únicamente del apoyo económico, sino también del apoyo moral, ahí es donde usted puede aportar su granito de arena: creer en aquellos que intentan hacer lo que nadie ha hecho antes, apoyar a los pioneros, o ¿Por qué no? Ser uno de ellos.