30.4.09

¿Cómo reutilizar los cilindros de cartón del papel sanitario? ¡Arte!

Hace años mi mamá encontró en la habitación de mi hermano un cajón lleno de cajetillas de cigarro (vacías obviamente). Mi hermano, le brindó una explicación muy simple, lógica y convincente: quería construir un robot.

Probablemente, si mi mamá hubiera conocido el arte de Yuken Teryua le hubiera creído.

Resulta que el visionario japonés crea obras de arte con objetos cotidianos de desecho como los cilindros de cartón que quedan cuando se termina el papel sanitario.

Eso no es todo, Teryua ha empleado también bolsas de compras y cajas de pizza. Su meta es desafiar las concepciones tradicionales del arte, así como la definición de las funciones de estos objetos.

Ahora bien, si no eres tan artístico o te da flojera emplear los cilindros de cartón para decorar, puedes reunirlos con el resto del cartón que generes y llevarlo a un centro de reciclaje, venderlo, o reciclarlo tu mismo.

Otra muestra de que el reuso es inspirador aquí.

Y más formas sencillas de practicar el reuso, acá.

27.4.09

Influenza, influenza, influenza… y orgánicos contra la influenza

Ya estoy cansada de leer, escuchar y hablar de la influenza. Pero al parecer, lo mejor que puedo hacer es ser paciente.

Desde hace unos cuatro días, ha sido el tema de conversación. Incluso, la percepción del virus en Twitter se ha transformado en unas cuantas horas.

El viernes por la mañana todos hacían comentarios irónicos en Twitter, incluso, la influenza empezó a twittear y fue impresionante la cantidad de personas que empezaron a seguir su bitácora virtual.

Hoy lunes desperté e inmediatamente chequé las actualizaciones en Twitter, ahora eran mucho más serias y preocupantes. Expok, preguntó “¿Cuál es la delgada línea que divide la información del sensacionalismo? Muchos de los medios "más serios" deberían ser más cuidadosos hoy.” Totalmente de acuerdo.

Por su parte, en Ecosofía invitaban a reflexionar acerca de las consecuencias de la cría industrial de animales.

Tampoco se queda de lado la polémica acerca de la eficacia de los cubre bocas, si la epidemia es un ataque bacteriológico o un experimento a gran escala, si es un pretexto para encubrir algo más… lo que si sé, es que desde que tengo memoria, nunca habían suspendido clases por algo de esta naturaleza.

Por primera vez los cines están cerrados, los conciertos y encuentros deportivos fueron cancelados e incluso se ha considerado la posibilidad de suspender algunos medios de transporte público.

Lo extraño, es que el brote del virus parece afectar a personas jóvenes y sanas y no a las víctimas usuales de gripe que son los ancianos y los niños.

Por ello, tomé la decisión de que en lugar de celebrar (si, mis primos están felices ya que no irán a la escuela) o condenar la influenza, mejor me voy a cuidar.

Desde el Kinder nos enseñan que lo esencial para la salud es una dieta equilibrada combinada con dosis adecuadas de ejercicio, sin embargo, ante la epidemia de influenza no se recomienda realizar ningún esfuerzo físico, ni siquiera al interior del hogar.

Lo que sí podemos hacer cuidar más nuestra alimentación y si ésta es orgánica, mucho mejor. Aunque aún hay mucha polémica acerca de los productos orgánicos, el proyecto de la Unión Europea “Quality Low Input Food” (QLIF) demostró que aquellos alimentos que han sido cultivados sin emplear agentes químicos son más nutritivos.

Por ejemplo, las frutas y las verduras orgánicas contienen hasta 40% más de antioxidantes que otros cultivos no orgánicos. Algunas leches contienen hasta 60% más de estas sustancias y de ácidos grasos benéficos para la salud. Es decir, comer sustentable nos hace bien.

El coordinador del proyecto, el profesor Carlo Leifert, de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, incluso considera que comer alimentos orgánicos es equivalente a tomar una porción extra de frutas y verduras al día.

Además, la práctica de la agricultura orgánica evita que los mantos acuíferos se contaminen con químicos y favorece el desarrollo sustentable en zonas rurales.

Así que a cuidarse, y de paso a cuidar al planeta.

24.4.09

Feliz No Día de la Tierra

Hoy se publica en El Economista la columna El Grano de Arena, que esta semana dediqué al No Día de la Tierra.

¿Por qué? Aunque no puedo negar que el miércoles pasado ha sido una de las celebraciones verdes más trascendentales a escala mundial, creo que no es suficiente.

A fin de cuentas ¿de qué sirve un Día de la Tierra y 364 días de irresponsabilidad con el ambiente?

Si quieren leer la columna El Grano de Arena, adquieran El Economista de hoy viernes. Se aceptan críticas, comentarios y sugerencias.

23.4.09

Libera un libro a favor del planeta

Desde que me enteré de la existencia del bookcrossing me volví fanática de la idea.

El movimiento, que en México se llama Libros Libres consiste en abandonar un libro en un lugar público para que otra persona lo encuentre, lo lea y lo abandone de nuevo.Incuso, puedes guardarlo en una bolsa (de reuso y biodegradable, obviamente) para protegerlo de las inclemencias del clima y ponerle un recado para el próximo lector.

Sorprendentemente, el bookcrossing ya tiene casi un millón de seguidores en el mundo que han liberado alrededor de 4 millones y medio de libros.

¿Por qué vale la pena? Es un experimento fascinante y es ecológico.

A muchos les parecerá una locura, pero recordemos que cuando surgieron las bibliotecas públicas fueron también muy criticadas. De hecho, fue Benjamin Franklin quien tuvo la idea de reunir libros para que cualquier persona con una tarjeta (sin importar sus estudios, género o posición social) pudiera leer cualquier libro y devolverlo al terminar.

¿Por qué el proyecto es sustentable? Entre más personas lean la misma impresión de un libro el impacto ambiental generado por su producción y transporte se compensa.

Es decir, que cada vez que tomamos un libro de la biblioteca o liberamos uno, el número de lectores del mismo ejemplar aumenta, y así evitamos que se consuma energía y recursos para producir más copias.

Así que hoy, 23 de abril, libera un libro.

22.4.09

Señor, señorita: recuerde a sus amigos que hoy es Día de la Tierra

No puedo negarlo: cuando es día de la mujer, el abuelo, el árbol, etc. tiendo a ser un poco escéptica. Y el Día de la Tierra, no se queda atrás.

Aunque, en el mejor de los casos, puede ser una herramienta útil para promover 364 días de conciencia ambiental. Pero para ello, debemos alzar la voz y hacerle saber a las personas cercanas a nosotros que el 22 de abril se celebra al planeta.

Para ello, puedes hacerles extrañas preguntas, y empezar diciendo: “Ya que hoy es Día de la Tierra quería preguntarte

… sabías que el gobierno de Australia introdujo sapos al continente y ya no sabe qué hacer con ellos?
…cuáles son las llamadas “especies carismáticas”?
…por qué las aves hacen posible que puedas beber café en el desayuno?
…son los volcanes una causa del calentamiento global?
…es cierto que la principal inspiración para crear el Día de la Tierra provino de la guerra?

Y las respuestas son:

¿Sabías que el gobierno de Australia introdujo sapos al continente y ya no sabe qué hacer con ellos?

Si. Todo comenzó ya que algunos escarabajos están destruyendo los cultivos de caña de azúcar en Australia.
Por ello, un tipo de sapo llamado sapo de caña fue traído desde Hawai, ya se come a los escarabajos.
Curiosamente los sapos no se comieron a los escarabajos, sino casi todo lo demás, convirtiéndose en plaga.
Ahora se alimentan de pequeños animales y envenenan a los de mayor tamaño que se atreven a tratar de comerlos.
¿Cuáles son las llamadas “especies carismáticas”?

En la jerga de los conservacionistas de la biodiversidad, se denomina de esa forma a algunos animales como los pandas, gorilas, elefantes y leones que son grandes y de aspecto tierno.
Pero aunque estos son los animales más populares en la televisión, muchos otros animales (incluso los “feos") necesitan nuestra y también nosotros los necesitamos.
Por ejemplo, si las aves carroñeras se extinguieran, las plagas se incrementarían drásticamente.

¿Por qué las aves hacen posible que puedas beber café en el desayuno?

Los cafetales sombreados deben un gran agradecimiento a determinadas aves migratorias, ya que se alimentan de insectos que de otro modo dañarían el follaje de los árboles.
Así, las aves ayudan a proteger los árboles y por lo tanto, mejoran los rendimientos de los cultivos.
De hecho, todos ganan, ya que los cafetales de sombra son un buen hábitat para las aves migratorias.

¿Son los volcanes una causa del calentamiento global?

Está científicamente comprobado que la actividad volcánica emite gases de efecto invernadero, pero esta contribución al calentamiento del planeta queda empequeñecido por otro fenómeno: su efecto de enfriamiento en la atmósfera.
De acuerdo a la NASA, cuando los volcanes hacen erupción, expanden enormes nubes en la atmósfera que reflejan la energía proveniente del sol, evitando así el calentamiento de la Tierra a causa de la luz solar.

¿Es cierto que la principal inspiración para crear el Día de la Tierra provino de la guerra?

Más o menos. En 1962, el senador estadounidense Gaylord Nelson decidió que el medio ambiente debía tener una mayor prioridad en la política estadounidense.

Por ello, convenció al entonces Presidente Kennedy de hacer una gira para promover la conservación del medio ambiente entre sus colegas.

El resultado, fue la indiferencia y hasta la burla de la clase política de aquella época.

Sin embargo, en 1969, cuando las manifestaciones contra la guerra estaban de moda, aunque muchos desconocían los motivos por los cuales protestaban, el Senador Nelson tuvo una nueva idea: impulsar una movilización nacional contra la destrucción del medio ambiente.

En esta ocasión no se equivocó. El evento, celebrado el 22 de abril de 1970 fue un gran éxito con más de 20 millones de participantes tan solo en Estados Unidos.

Imagina reunir esa cantidad de personas sin emplear correo electrónico, Twitter, o Facebook.

Ahora, aprovechemos las nuevas formas de comunicación no sólo para lograr que la gente participe en un día verde, sino para que practique un estilo de vida más sustentable a través de hábitos realmente sencillos y de gran impacto como el consumo inteligente, el reuso, el reciclaje y la alimentación sustentable.

20.4.09

Quizá no es mala idea navegar en basura: SWOON


SWOON es un artista urbano de Brooklyn que está a punto de zarpar por tercera ocasión en uno de sus "botes de basura" (no me refiero a los botes para depositar la basura, sino los botes para navegar en el mar).

Los “buques” son definidos por su creador como “bits of land broken off and headed to sea.”

El proyecto, que incorpora prácticas de reuso, se denomina Swimming Cities of Serenissima, y se compone de tres balsas que flotarán a través del Mar Adriático desde Eslovenia a Venecia a lo largo de de mayo del 2009.

El objetivo es que durante el trayecto la tripulación de los buques deberá recoger curiosidades y baratijas y los incorporen en un gabinete flotante de maravillas. El resultado final será mostrado al público cuando la flota llegue a su destino final, Venecia.

Sin embargo, esta es ya la tercera ocasión que SWOON realiza un proyecto de esta naturaleza.

Los proyectos anteriores fueron The Miss Rockaway Armada, que navegó el río Mississippi, y The Swimming Cities of Switchback Sea, donde el protagonista fue el rió Hudson.

Finalmente, el resultado del experimento es observar por un lado, que no se requieren nuevos materiales para la creación artística, todo está en el entorno. Por otro lado, se busca sensibilizar a la población acerca de los increíbles deshechos que hemos depositado en los cuerpos de agua.

17.4.09

Tu voto en el supermercado

Ya acepté que no me gusta lavar mi ropa… ahora debo confesar que tampoco me gusta ir al supermercado.

Por regla general, evito las tiendas enormes, prefiero los establecimientos pequeños donde hay pocos pasillos y puedes cruzar la tienda caminando en menos de un minuto.

De hecho, lo peor es cuando debo comprar productos como el yogurt. ¿A qué me refiero?

Primero tomo la presentación de un litro, para no obtener tantos envases pequeños, pero como es producido en Estados Unidos y es mejor consumir alimentos locales, lo regreso para así evitar la contaminación producida al trasladarlo.

Después veo un yogurt orgánico, pero como está en presentaciones pequeñas no lo tomo, de nuevo gana la regla de evitar los envases. (de hecho, nunca compro botellitas de agua, siempre llevo conmigo una botella azul que relleno dos o tres veces al día).

Luego recuerdo que en The Green Corner (mi supermercado-restaurante favorito) venden un yogur orgánico envasado en botellas de vidrio.

Pero tendría que dirigirme a la sucursal más cercana, la de la colonia Condesa, pienso en las emisiones que generaré al manejar hacia ahí. De pronto noto que ya tengo demasiado tiempo parada en la sección de lácteos.

No importa… sé que tanto pensar en el tema vale la pena: cada vez que pagamos por un producto o servicio es una oportunidad de votar por una forma más ética y sustentable de comercio.

Lo difícil es decidir, pero para hacer esa decisión un poco más sencilla trato de seguir estos criterios:
- que el producto sea elaborado respetando los lineamientos de los derechos humanos (como el comercio justo),
- que sea un producto local (así se evita la contaminación de transportarlo por vía aérea o terrestre),
- emplear la mínima cantidad de envases
- evitar comprar alimentos que por su forma de producción perjudican el planeta
- dar preferencia a productos orgánicos

15.4.09

Un profeta urbano responde: ¿Cómo sería tu vida si se acabara el agua?

No pude haber encontrado un mejor momento para leer el artículo “Apocalipsis, seis catástrofes que pueden destruir la ciudad” publicado por Edgardo Méndez en la revista Chilango de abril. Una de sus catástrofes era que la Ciudad de México se transformara en el valle de la sed, y justo mientras lo leía, el suministro de agua era suspendido en gran parte de la ciudad.

Edgardo imaginó un Distrito Federal donde todas las lavanderías están cerradas a causa de la ausencia del líquido, donde se aplica el “robo hormiga” de vasos con agua de la oficina y la población defeña muere de disentería y obviamente, de sed.

Era indudablemente irónico leer el texto (léanlo completo, altamente recomendable), en un momento en el cual gran porcentaje de la ciudad de México carecía de agua, y otro tanto nadaba en las playas artificiales que el Gobierno del DF instaló (¿cuántos litros de agua se ocuparon y seguirán empleando para crear playas a media ciudad?)
¿Las consecuencias?
1. Las ventas del agua embotellada se dispararon (con los problemas adicionales que implica el uso de envases, sobre todo cuando no se promueve su reuso).
2. Sorprendentemente, 69 personas fueron detenidas por desperdiciar agua en la calle
3. Algunos capitalinos recordamos que un millón y medio de personas todavía carecen de agua potable.

Y mientras leía “El Valle de la Sed”, recordaba que la realidad tiende a superar la fantasía, y que debemos de actuar para que lo que Edgardo Méndez imaginó se quede sólo en su mente.

En particular el tema del agua, nos demuestra que pequeñas acciones pueden crear una gran diferencia:

- Repara las fugas de agua en tu hogar. La mayor contribución que podemos hacer es reparar cada fuga y sustituir las llaves, empaques y tuberías. Además, repara o reporta cualquier fuga que veas, ¿sabías que la mitad del agua que se emplea en la ciudad de México se desperdicia en fugas?
- Lava tu ropa de forma sustentable. Recuerda, espera hasta que haya suficiente ropa para poner una carga completa, así ahorrarás agua y además, energía.
- Al cerrar una llave no la dejes goteando, sino asegúrate de cerrarla bien.
- Instala ahorradores de agua en las llaves del fregadero, lavabos y regaderas para reducir el consumo en la casa, ¡son muy económicos! En México se consumen 364 litros de agua por persona al día, mientras que el europeo promedio consume 150 litros al día.
- Báñate rápidamente y cierra las llaves mientras te enjabonas.
- Si usas jabones biodegradables puedes aprovechar el agua que sale de la lavadora o de la cubeta con la que trapeas los pisos para regar las plantas.

La alimentación sustentable hace feliz a tu cerebro

Lo sabía, la comida sustentable no sólo es buena para el planeta (lo que me recuerda la polémica de Vegetarianos vs no vegetarianos… Vegetarianos vs Vegetarianos), también puede hacerte sentir muy bien.

En particular alimentos del mar como pescados salvajes grasos, algas marinas, anchoas, macarela del Atlántico, ostiones de granja, pez espada de Alaska y Canadá, salmón de Alaska, sardinas, trucha de granja y atún. Al grupo se unen las linazas, el aceite de hígado de bacalao y las nueces de castilla. ¡Ah! Y sorprendentemente, la leche materna (¿leyeron el artículo de la Revista Vice acerca de la leche materna?)

Pero, ¿Dónde está la magia en estos alimentos? Es simple, son las únicas fuentes de Omega-3.

Sucede que Joseph Hibbeln, después de 20 años de investigación, descubrió que los ácidos grasos Omega-3, tienen el potencial de aumentar el sentimiento de felicidad, disminuir el de depresión, reducir el estrés y ayudarnos a tratar una amplia variedad de problemas emocionales y mentales. Es decir, si la gente incrementara el consumo de Omega-3, se produciría una importante reducción en las tasas de homicidio, suicidio, violencia, conducta agresiva, sentimientos de desesperanza y desórdenes de personalidad.

Otro experto, el doctor Mark Hyman, en su libro The UltraMind Solution, explica que el Omega-3 es un componente vital de la membrana que cubre cada uno de los 100 trillones de células del cuerpo. Sin ellos, no pueden comunicarse los mensajes adecuados entre una célula y otra. Simplemente, sin Omega-3 nuestro cerebro no funcionaría.

Y la mejor noticia es que los alimentos que contienen Omega-3 son increíblemente sustentables. Otro motivo más para optar por una nutrición verde. ¿Quién le entra al reto?

Por qué si no te gusta lavar la ropa, es más probable que seas sustentable

Debo confesarlo, no me gusta lavar ropa. Cuando mi mamá dejo de lavar mi ropa yo no lo hacía sino hasta que ya no tenía ropa interior limpia (aunque en realidad, es mejor usar la lavadora hasta que hay suficiente ropa para una carga completa).

En fin, la necesidad me enseñó a usar la lavadora… y ahora, inclusive noto por primera ocasión los anuncios de productos de limpieza para el hogar. De hecho, ¿Ya viste en televisión el comercial del detergente que hace que tu ropa dure más tiempo “como nueva”?

Probablemente sea sólo un reflejo de nuestro bolsillo: a causa de la crisis ya no compramos ropa tan frecuentemente (aunque en realidad, así sea mejor). Por ello, las empresas suponen que ahora tenemos más dinero para comprar detergente. (claro, seguramente lo que antes gastabas en ropa, ahora lo destinas a comprar jabón….)

En realidad, hay mejores formas de hacer que la ropa dure más tiempo y no cuestan un centavo más. De hecho, estos trucos no sólo ahorran tiempo y dinero, sino que reduce el consumo de agua y energía, así como el uso de detergentes derivados del petróleo.

Estos son algunos consejos:
1. No laves tus jeans si sólo los usaste una vez. En realidad, conozco pocas personas que lo hagan.
2. Si acabas de usar tu sweater o sudadera, en lugar de ponerlos en la canasta de la ropa sucia, cuélgala por un par de horas en un lugar donde pueda respirar.
3. Cuando laves la ropa, emplea agua fría. El agua caliente debilita las fibras y le roba color a la ropa.
4. Evita los detergentes que contengan cloro, ya hay opciones que dejan la ropa blanca y no son tan agresivos con el medio ambiente.
5. Evita usar la secadora. Además de que consume grandes cantidades de gas y energía eléctrica, el sol mata las bacterias en la ropa.
6. Recuerda reusar de forma creativa las prendas que ya estén muy desgastadas. Puedes encontrar algunas ideas aquí y aquí.

¿Alguna otra idea?

14.4.09

El arte del reuso

Antes de que estuviera tan involucrada en el tema del reuso, ya lo practicaba: cortaba y cosía mi ropa para transformarla en algo diferente, por lo general, el resultado final no era muy bueno.

Por ello, debo aceptar que existimos novatos del reuso y artistas del rehuso. Por ejemplo, cuando vi esta enorme lámpara de techo de Sarah Turner me quedé impactada.

Fue diseñada para una empresa llamada Light Projects in London, y está elaborada con 30 envases de Coca-Cola. Las botellas fueron recogidas, lavadas y tratadas, para después transformarlas en objetos decorativos. Así, Sarah creó toda una colección de botellas de plástico que transforma en impresionantes lámparas.

Éste y otros objetos de diseño realizados a partir de materiales reciclados, actualmente participan en un concurso en el Ideal Home Show London.

La lámpara de Sarah Turner compite contra otros 25 diseños para el título del Producto del Año, así que si te gusta este ejemplo innovador de diseño vota por Sarah aquí.

Un nuevo debate: Vegetarianos vs No vegetarianos… Vegetarianos vs Vegetarianos

Para iniciar, debo confesar que no soy vegetariana, sigo otros patrones para comer sustentablemente. Sin embargo, respeto (y admiro) a quienes sí lo son.
Por lo general, cuando estoy en una plática acerca de las dietas vegetarianas el dilema es ser o no ser, pero ayer estuve en un debate diferente ¿por qué ser vegetariano? Una amiga defendía que el principal motivo para no comer carne es la nutrición, y la otra aseguraba que lo realmente importante era el conflicto ético de comer carne.

Yo le apuesto al tema del problema ético, más aún después de conocer la visión de Charles Eisenstein, quien explica que mientras 670 metros cuadrados de tierra pueden alimentar a un vegetariano durante un año, hacen falta más de 1.2 hectáreas para proveer los granos necesarios para criar la carne que come un consumidor de carne promedio en un año. Una práctica desmedida en un mundo donde muchas personas se mueren de hambre. Impresionante, ¿no?

Además, la industria de la carne es responsable de la mitad del consumo de agua en los Estados Unidos. Se emplean 22,000 litros por kilo de carne, comparado con 230 litros por kilo de trigo, y la situación se agrava en lo referente a la carne de cerdo.

Ahora, ¿qué podemos hacer los no-vegetarianos para alimentarnos de forma sustentable?
Lo primero, es evitar comer carne de cerdo o de res. (en especial el cerdo ocupa muchos recursos para producir carne). Para sustituirla, podemos comer más carnes blancas como pavo y pollo, así como más pescados y mariscos. Sin duda, éste puede ser tema para otro reto de estilo de vida verde.

Sin embargo, no hay que dejar de lado que existen otras maneras de criar ganado, que lo transforman en un activo medioambiental en vez de en una carga, y en las cuales los animales no llevan una vida de sufrimiento.

Consideren, por ejemplo, una granja tradicional mixta que combina una variedad de cultivos, tierra de pastoreo y huertos. Aquí, el estiércol no es ni contaminante ni producto de deshecho, sino un recurso valioso que contribuye a la fertilidad de la tierra.

No olvidemos que siempre hay alternativas para vivir de forma más sustentable… seguramente muchas de éstas alternativas aún no las hemos descubierto. ¿Se te ocurre alguna?

Yo me reto, ¿tú te retas a reusar?

Decidí plantearme un reto. Todo inició ya que desde hace tiempo, casi a diario leo o escucho algo referente la regla de las tres R (reducir, reusar y reciclar los deshechos).

Sin embargo, pocas veces pienso en cuál de las tres es la mejor opción. Desde luego, reducir es lo ideal (no hay mejor residuo que el que no se genera). Por otro lado, siempre se debe dar preferencia al reuso sobre el reciclaje, ya que para el primero se no requiere energía adicional y además reduce la necesidad de comprar objetos nuevos.

¿Cómo vivir de forma sustentable sin que sea demasiado complicado? Volvamos al reto. La meta es utilizar los objetos tanto tiempo como sea posible, para la mayor cantidad de usos diferentes como sea posible, o que éstos los empleen tantas personas como sea posible, antes de que tengan que ser reciclados o desechados.

Quizá la principal dificultad y oportunidad, es que a veces es imposible seguir empleando los artículos de la misma forma que se han utilizado porque están demasiado desgastados para ese fin, pero a menudo, adaptándolos un poco, se pueden encontrar un nuevo propósito.

Así que después de pensar en estrategias simples para poder cumplir mi reto (que en realidad no me parece un desafío imposible), obtuve estas ideas que todos podemos seguir:

- Ropa: Si alguna prenda se desgastó a tal punto que ya no la usamos, podemos emplear esa tela para hacer manualidades. Si eres como yo, y no tienes mucho tiempo libre para hacer manualidades o simplemente no te gusta la idea de recordar lo que hacías en el kinder, corta la prenda para crear trapos para limpiar.
- Bolsas de plástico. Aunque en realidad lo mejor es evitar que nos obsequien bolsas de plástico en los comercios, si éstas llegan a nuestras manos, siempre las podemos emplear para colocar la basura.
- Bolsas y envolturas de regalo. Mi pretexto para no envolver los regalos, es que así se evita de forma muy sencilla generar más basura. Ahora bien, si recibimos algún obsequio con envoltura, podemos hacerle como las abuelas: desenvolverlo con mucho cuidado para evitar que se arrugue y volverlo a usar de nuevo (es como el roperazo, pero con las envolturas).
- Envases de vidrio. Con ellos también podemos hacer manualidades, o simplemente, colocar en su interior clavos y tornillos, o restos de comida para guardarlos dentro del refrigerador. Funcionan casi igual que los recipientes de plástico, con la diferencia de que el vidrio es un material más amigable con el ambiente.
- Papel. Un buen inicio es colocar el papel utilizado sólo por un lado en la impresora para imprimir borradores o escribir notas (una alternativa a los post-its).

Y recordemos: el mejor desecho es el que no se genera.