8.7.09

Cuidado con el agua embotellada

¿Crees que en México se consume poco agua embotellada? Según el Earth Policy Institute, somos los mexicanos los segundos mayores consumidores del líquido envasado, después de los estadounidenses: el promedio anual de consumo de agua embotellada per cápita en México es de 170 litros. Sin embargo, es común ver personas que compran dos o tres botellas de agua al día.

Sin embargo, pocos saben que aproximadamente 90% del costo del agua embotellada se debe a la botella. Además, las embotelladoras pueden llegar a vender el producto hasta 10,000 más caro que su costo de obtención.

Así, por el mismo precio de una botella de agua embotellada podríamos obtener 3,000 litros de agua de grifo. Simplemente, en México, un litro de agua embotellada es más caro que un litro de gasolina.

Sin embargo, el costo ambiental es mucho mayor

La mayoría de las botellas están hechas de PET (polietileno tereftalato), un material que es perfectamente reciclable. No obstante, no llega a reciclarse más de 20% del total de botellas.

Así, cada año, más de 2 millones de toneladas de botellas terminan en vertederos de residuos. Y éste es otro gran problema, ya que una botella de PET puede tardar hasta 1,000 años en biodegradarse, lo que quiere decir que si no actuamos ahora, las botellas que hemos usado continuarán ahí afuera por varias generaciones.

Tan sólo en Estados Unidos, la fabricación de botellas para satisfacer la demanda de agua embotellada requiere más de 1.5 millones de barriles de petróleo anualmente, cantidad suficiente para proveer de combustible a unos 100,000 automóviles durante un año.

Además, la extracción industrial del agua de sus lugares de origen puede provocar graves desequilibrios medioambientales y económicos, especialmente en países con problemas de sequía.

Sencilla solución

¿Qué podemos hacer? Aparentemente, una solución sería simplemente rellenar las botellas, sin embargo, este tipo de plásticos ligeros acaba con el paso del tiempo desprendiendo sustancias, como el antimonio o el bisfenol A, perjudiciales para la salud.

La mejor opción es adquirir una botella especial, elaborada de un material resistente y cuyo interior sea fácil de lavar. El recipiente puedes llenarlo con agua de garrafón, ya que éstos están elaborados con un plástico que permite que sean reusados, lo que evita la generación adicional de basura. Otra opción es instalar un filtro de agua certificado por NSF Internacional, lo que indica qué contaminantes elimina.

Y recuerda, si mantenemos el actual derroche de agua, 60% de la población mundial carecerá del líquido para 2025, según datos de la Organización de Naciones Unidas.

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