13.8.09

… y el país menos corrupto del mundo

“Y ni se te ocurra tratar de dar una mordida, Finlandia es el país menos corrupto del mundo”, me aconsejó una amiga.

Aunque el consejo no era necesario no pude evitar investigar en la primera oportunidad si la aseveración era cierta, y lo es: estudios del Banco Mundial colocan a aquella nación como la menos propensa a actos corruptos. Y como sabemos, México se encuentra en el mismo listado entre los países con mayores incidencias (si, es feo decirlo, pero es cierto).

Más aún, al enfrentarnos a la complejidad y la magnitud de la corrupción en el país, parecería que los individuos no podemos hacer nada para combatirla. Sin embargo, desde nuestra vida cotidiana podemos ayudar a construir un México en donde las leyes y las reglas sean respetadas.

1. Identifica la corrupción
Todas las situaciones en las que se rompen las reglas o las leyes con el fin de obtener un beneficio personal, son actos de corrupción.

2. Respeta las reglas
Todo derecho viene acompañado de una responsabilidad. Atender nuestras responsabilidades es obedecer la ley y las reglas, no hacer trampa, no mentir y respetar el derecho y la libertad de los demás.

3. Predica con el ejemplo
La palabra convence, pero el ejemplo arrastra y los más pequeños de la familia aprenderán cómo comportarse al observar nuestras acciones.

4. No más mordidas
Comprométete a no dar o recibir mordidas. Al principio podremos ser unos cuantos, pero si cada vez más y más personas hacemos ese compromiso lograremos un cambio real.

5. Denuncia
Si dejamos que los corruptos sigan operando de la misma manera jamás se cerrará ese círculo vicioso.

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