Sin embargo, donde hay un reto también hay una oportunidad, y quizá esta es la ocasión ideal para empezar a practicar un turismo responsable y sustentable; y México es un país con amplias posibilidades en ese sentido.
Y practicar el turismo de una forma más responsable no tiene porqué ser algo difícil. Para probarlo sólo checa las siguientes prácticas:
Pagua lo justo. Cuando regatees, tenga en mente que todos merecemos un salario que permita un nivel de vida digno.
Consume local. Al adquirir los productos de la zona, además de disfrutar de la gastronomía típica, contribuyes a la economía de las familias del lugar.
Ahorra agua. Un turista gasta siete veces más agua que un habitante local.
Respeta el entorno. Todos los sitios a donde viajamos conservan una historia, tradiciones y valores. Investiga acerca de la cultura local y respétala.
Denuncia. Si descubre ilegalidades como el vertido de contaminantes o la venta de especies en peligro de extinción alza la voz.
Hospedaje responsable. Exige que el hotel cumpla con la legislación en los aspectos laboral, ambiental, de salubridad, seguridad y derechos humanos.
Viaja por tierra. Si es posible trasládate en transporte terrestre, los aviones son la principal causa de las emisiones contaminantes en el sector turístico.
Pon el ejemplo. Recomienda a tus amigos que viven en el país y en el extranjero que visiten destinos nacionales.
Para conocer más recomendaciones para practicar un turismo sustentable te invito a leer la columna El Grano de Arena, que publico hoy en el periódico El Economista.
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