4.5.09

Cinco datos de la influenza poco cuestionados

1. El cambio de nombre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) renombró a la influenza porcina como influenza humana o como A-H1N1. Esta acción es evidentemente una forma de proteger esta industria, pero ésa no es la labor de la OMS. La organización debería estar realizando severas críticas y proponiendo estrictas regulaciones a las formas de producción de carne, en particular de cerdo, que es donde está el origen de la epidemia.

Además, esta es una oportunidad para replantear el conflicto ético de comer carne: mientras 670 metros cuadrados de tierra pueden alimentar a un vegetariano durante un año, hacen falta más de 1.2 hectáreas para proveer los granos necesarios para criar la carne que come un consumidor de carne promedio en un año. Una práctica desmedida en un mundo donde muchas personas se mueren de hambre.

Además, la industria de la carne es responsable de la mitad del consumo de agua en los Estados Unidos. Se emplean 22,000 litros por kilo de carne, comparado con 230 litros por kilo de trigo, y la situación se agrava en lo referente a la carne de cerdo.

2. La primer persona infectada de influenza porcina. El primer caso confirmado fue el de Edgar Hernández, un niño de 5 años que sobrevivió y habita en La Gloria, Veracruz. Aquí fue donde el virus pasó de animales a seres humanos. Uno de esos indicios es el funcionamiento de la empresa Granjas Carroll de México. Días después, el 4 de abril, se confirmó en Oaxaca el segundo caso.

3. La historia de Smithfield Foods, AMUSA y Granjas Carroll. Smithfield Foods es el mayor productor mundial de carne de cerdo, recientemente se asoció con la empresa Agroindustrias Unidas de México, firma con muy buena relación con los políticos locales.

De la asociación de Smithfield y AUMSA surgió Granjas Carroll, compañía ubicada en el municipio de Perote, que ha sido múltiplemente denunciada por los habitantes de la zona por sus "lagunas de oxidación", una especie de bateas (lo confieso, no conocía el significado de ésta palabra, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española me aclaró que es una gran bandeja) con fondo de arcilla donde se depositan los detritus (restos de la desintegración y deterioro de animales) de la granja.

Todo ello genera un hedor que molesta a los vecinos y libera gérmenes dañinos para la salud. ¿A caso la responsabilidad social no debe formar parte de la manera de hacer negocios? Obviamente, ese es sólo una pequeña parte de la historia, el resto es conocido.
4. Ya nos habrían advertido del virus. Desde 1988 se sabia que la influenza porcina se podía recombinar y tener potencial pandémico y, desde 1994 se hablaba de que la influenza aviar se podría recombinar con la influenza porcina. Un artículo publicado en Clinical Infectious Diseases en 2007 advierte sobre la amenaza de las granjas de cerdos, y urgió a estas empresas a incluir a sus empleados en estrategias de inmunización.

5. Surge una nueva forma de discriminación. Bueno, quizá no es tan nueva, simplemente estamos volviendo a costumbres medievales similares al trato que se le daba a las personas enfermas de lepra.

Es indignante que en China un grupo de 170 pasajeros provenientes de México (muchos de ellos mexicanos) fueron literalmente cazados para llevarlos con engaños a hospitales y aislarlos contra su voluntad.

Y eso no es todo, un equipo de fútbol mexicano (Chivas) de visita en Chile fue tratado como Negritagrupo infestado por aficionados, autoridades y por los jugadores de otros equipos. Aunque la educación de algunos integrantes del equipo mexicano dejó también mucho que desear.

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