Decidí plantearme un reto. Todo inició ya que desde hace tiempo, casi a diario leo o escucho algo referente la regla de las tres R (reducir, reusar y reciclar los deshechos).
Sin embargo, pocas veces pienso en cuál de las tres es la mejor opción. Desde luego, reducir es lo ideal (no hay mejor residuo que el que no se genera). Por otro lado, siempre se debe dar preferencia al reuso sobre el reciclaje, ya que para el primero se no requiere energía adicional y además reduce la necesidad de comprar objetos nuevos.
¿Cómo vivir de forma sustentable sin que sea demasiado complicado? Volvamos al reto. La meta es utilizar los objetos tanto tiempo como sea posible, para la mayor cantidad de usos diferentes como sea posible, o que éstos los empleen tantas personas como sea posible, antes de que tengan que ser reciclados o desechados.
Quizá la principal dificultad y oportunidad, es que a veces es imposible seguir empleando los artículos de la misma forma que se han utilizado porque están demasiado desgastados para ese fin, pero a menudo, adaptándolos un poco, se pueden encontrar un nuevo propósito.
Así que después de pensar en estrategias simples para poder cumplir mi reto (que en realidad no me parece un desafío imposible), obtuve estas ideas que todos podemos seguir:
- Ropa: Si alguna prenda se desgastó a tal punto que ya no la usamos, podemos emplear esa tela para hacer manualidades. Si eres como yo, y no tienes mucho tiempo libre para hacer manualidades o simplemente no te gusta la idea de recordar lo que hacías en el kinder, corta la prenda para crear trapos para limpiar.
- Bolsas de plástico. Aunque en realidad lo mejor es evitar que nos obsequien bolsas de plástico en los comercios, si éstas llegan a nuestras manos, siempre las podemos emplear para colocar la basura.
- Bolsas y envolturas de regalo. Mi pretexto para no envolver los regalos, es que así se evita de forma muy sencilla generar más basura. Ahora bien, si recibimos algún obsequio con envoltura, podemos hacerle como las abuelas: desenvolverlo con mucho cuidado para evitar que se arrugue y volverlo a usar de nuevo (es como el roperazo, pero con las envolturas).
- Envases de vidrio. Con ellos también podemos hacer manualidades, o simplemente, colocar en su interior clavos y tornillos, o restos de comida para guardarlos dentro del refrigerador. Funcionan casi igual que los recipientes de plástico, con la diferencia de que el vidrio es un material más amigable con el ambiente.
- Papel. Un buen inicio es colocar el papel utilizado sólo por un lado en la impresora para imprimir borradores o escribir notas (una alternativa a los post-its).
Y recordemos: el mejor desecho es el que no se genera.
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